Cuando queremos comprar copas para la casa, puede ser que esta pregunta se repita: ¿compramos copas de cristal o de vidrio?
Los expertos concuerdan con que las copas, de preferencia, deben ser de cristal. Esto porque, al ser mucho más transparentes e incoloras que el vidrio, permiten catar el vino visualmente de manera más fácil -siempre que no tenga labrados o colores-. Además, acumulan los aromas del vino por mucho más tiempo. Esta copa nos permitirá observar si tiene impurezas (lo que nos habla de su proceso de elaboración), los matices del color y la lágrima que deja al agitarlo (lo que nos cuenta del grado de alcohol: a más gruesa la lágrima, mayor grado de alcohol).
Entonces, si lo que le gusta es disfrutar del vino, desde el color, pasando por el aroma, cómo se ve y terminar disfrutando su sabor, una copa de cristal es esencial.
También es importante que el tallo sea lo suficientemente largo para poder agarrar la copa desde el tallo y no desde el cáliz. No queremos interferir con la temperatura del vino con el calor de nuestras manos. Finalmente, el tamaño del cáliz contribuye con la oxigenación del vino; y su forma y diámetro, con la rapidez con la llega a nuestra boca.
Para muchos, tomar vino es una experiencia. Ciertamente, no se necesita una copa de cristal para disfrutarlo, pero si lo que te gusta es percibir y apreciar las notas de un vino de principio a fin, una buena copa de cristal siempre será una excelente opción.
Fuentes:
http://www.eldiario.es/consumoclaro/beber/principales-tipos-vinos-mejor-corresponden_1_2040390.html